E inmediatamente el padre del niño exclamó, con lágrimas: Yo creo, ayúdame en mi falta de fe. Marcos 9:24
Um poco antes de falecer, mi padre envió una larga carta, en la cual me hablaba de sus dudas. El sabiá que el fin de su vida se estaba aproximando, y volvendo los ojos para el passado, comenzaba a dudar: "Tantas cosas anduvieron mal en mi vida, que no tengo la certeza de que el Señor me aceptará". Él era cristiano, confesó su fe en el Señor, y procuró servirlo. Él estaba en Cristo, per aún así dudaba. La verdade es que muchos cristianos tienen dudas - "¿Me aceptará Dios com todas mis imperfecciones?" ... Muchos deben tener esa duda, por eso así deben orar así : "Yo creo, pero ayúdame en mi falta de fé".
Hay quien duda por estar vivendo una vida de pecado. Es necessário abandonar el pecado y reconquistar la libertad de la victoria sobre la tentación. Otros dudan porque la vida es compleja, y hoy el cielo, el infierno, la vida eterna y el pecado, no tienen el mismo sentido en una sociedade moderna. Es necesario rendirse nuevamente al Espíritu Santo,que nos llena la vida y nos da esperanza acerca de las cosas incomprensibles e inconcebibles, por la mente humana. Otros, todavia dudan, porque pasan tanto sufrimiento y desgracia en sus idas y creen que a Dios no le importa de nada.
Es necessário también recordar que Cristo sufrió terriblemente y que Él no nos abandona.
Piensa:
"Hay sabiduría en la duda: por la duda llegamos a la pregunta y en la respuesta encontramos la verdad". Lee Juan 3.16
Cada Dia, volumen 06, número 7, Julio 2009.
Texto: Arthur J. Schoonveld